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- La Fatiga Laboral
La fatiga laboral es padecida por quienes tienen una gran carga de trabajo principalmente mental, junto a exigencias físicas de sedentarismo postural además de las exigencias como: actividades mentales de rapida comprensión, razonamiento, solución de problemas; movilización de recursos como la atención, la concentración, la memoria, etc.
En apariencia, dichos trabajos (como el nuestro) parecen cómodos y descansados, lo cual contrasta con las molestias y el cansancio que manifiestan quienes los desempeñamos.
La fatiga es la disminución de la capacidad de respuesta de la persona. Afecta el organismo en todo estado (físico y psíquico) y en grado diverso, dado que se percibe de manera personal. Esto hace que se encuentren diferencias interpersonales en cuanto a las formas en que se expresa y la intensidad en que se siente la fatiga, pues cada quien reacciona diferente.
Fatiga Mental
La persona que realiza trabajos que requieren toda su atención y vigilancia durante prolongados períodos de tiempo está expuesta a lapsus o bloqueos que actúan como mecanismos automáticos de regulación del organismo frente a la fatiga. Estos lapsus pueden generar desde una disminución del rendimiento en el trabajo hasta fallos graves. En estas circunstancias no hay un verdadero descanso ni recuperación del organismo.
Fatiga y Motivación.
La relación entre la sensación de fatiga y la motivación en el trabajo es de tipo inverso, de manera que la realización de una tarea con escasa motivación por parte de la persona se acompaña de una pronta aparición de síntomas de fatiga. Sin embargo, cuando la motivación es alta puede no sentirse fatiga hasta que alcance un nivel muy alto (cercano al agotamiento).
Estrategias Empresariales para Prevenir la fatiga
Una empresa comprometida con la salud de sus empleados define como prioridad la mejora de las condiciones de trabajo, apoyada en el estudio de las condiciones ambientales (iluminación, ruido, calidad del aire, condiciones termohigrométricas); de los elementos que configuran el equipamiento del puesto (mobiliario, útiles y herramientas de trabajo); de las exigencias de tratamiento de las informaciones (movilización de recursos atencionales, de memorización, de cálculo numérico, de razonamiento lógico, de solución de problemas y toma de decisiones); y de la distribución del tiempo de trabajo (jornadas y horarios). Pero no todas las empresas se preocupan a tal grado por su factor humano, pues algunas asumen que un buen sueldo llena todas las expectativas de sus empleados.
Parte de la responsabilidad de la empresa recae en la eliminación de ruidos, la adquisición del mobiliario adecuado y su correcta ubicación, la mejora de los útiles de trabajo como ayudas en el tratamiento de la información, la eliminación de jornadas de trabajo muy largas, la flexibilización de los horarios de trabajo, la posibilidad de poder realizar pausas, y disponer de un lugar adecuado para ello, etc. El fin último debería ser la adaptación de las condiciones de trabajo a las características de la personas que lo desarrollan.
Estrategias individuales para Prevenir La Fatiga
Patrón de descanso
El ejercicio físico de intensidad moderada y practicado con regularidad suele estar indicado para todas las personas cuyas exigencias laborales son mayoritariamente de tipo sedentario. La falta de ejercicio favorece la flaccidez muscular y la aparición de la sensación de cansancio cuando se realiza algún esfuerzo físico moderado; además, puede afectar no sólo a la capacidad de resistencia física sino también a la emocional pues, como ya se ha dicho, la fatiga repercute de manera global sobre todo el organismo.